Con una textura carnosa y un delicado sabor a mar, las navajas son un marisco delicioso que da mucho juego en la cocina. Descubre cuáles son sus propiedades y cómo podemos sacarle partido en nuestras recetas.
Qué tipo de marisco es la navaja
Al igual que los mejillones o las almejas, las navajas son unos moluscos que pertenecen a la familia de los bivalvos, es decir, aquellos que tienen dos conchas o valvas. Deben su nombre a esa forma alargada y rectangular que recuerda a las navajas utilizadas por los barberos.
Este molusco suele medir entre 7 y 15 cm de largo. Su concha presenta una ligera curvatura y un color marrón claro, con franjas o rayas de tonos más oscuros. En su interior la carne es de color nacarado, con una textura suave y un fino sabor a mar.
Habita en fondos marinos poco profundos, donde excava hondos agujeros verticales de hasta 50 cm de longitud. Estos túneles son utilizados por la navaja para ascender y descender mientras se alimenta de plancton, el cual consume a través de sus branquias.
Las navajas son consideradas un manjar, uno de los mejores frutos que nos da el mar. Pueden consumirse tanto frescas como en conserva. También se comercializan congeladas. Con cocinarlas a la plancha basta para apreciar la intensidad de su sabor, aunque admiten diferentes preparaciones y pueden formar parte de multitud de platos.
Las navajas: marisco para disfrutar todo el año
A diferencia de otras especies, las navajas son un marisco que está disponible durante todo el año, pues no tiene época de veda. Este molusco se captura principalmente en aguas del Mediterráneo y del Atlántico, aunque también pueden encontrarse en el Pacífico o en el mar del Norte. No obstante, las más apreciadas son las navajas de las rías gallegas.
Dado que la navaja es un molusco que habita en aguas poco profundas y cercanas a la costa, su pesca suele ser artesanal. Los encargados de realizar su captura son buceadores que en muchas ocasiones bajan en apnea hasta el lecho marino, donde las capturan manualmente, una a una.
Aunque en zonas costeras es relativamente fácil encontrar navajas frescas, no siempre las tenemos a nuestro alcance. En ese caso puede acudirse a las navajas en conserva, de las cuales podemos disfrutar en cualquier momento de una manera muy cómoda y práctica. Unas navajas al natural pueden darnos el mismo juego en la cocina que unas frescas.
Qué valor nutricional tienen las navajas
Al riquísimo sabor de las navajas, hay que añadir otra razón para consumirlas con más frecuencia: su interesante perfil nutricional. Es un alimento proteico, saciante y fácil de digerir. Su bajo valor calórico lo convierte en un alimento compatible con dietas de adelgazamiento, pues 100 gramos de la carne de este molusco aporta tan solo unas 90 calorías.
Como ocurre con otros mariscos, las navajas son ricas en proteínas de alto valor biológico y bajas en grasas e hidratos de carbono. Es más, esos pocos lípidos que contienen, alrededor de un 2 %, son en su mayoría grasas poliinsaturadas, sobre todo ácidos grasos omega-3.
Entre los micronutrientes que este molusco contiene, están algunos minerales como el potasio, el hierro, el zinc, el cobre y el selenio. También tiene vitaminas del grupo B, como la vitamina B12 y la niacina.
Pese a todas las bondades nutricionales de las navajas, hay personas que deben limitar su consumo, sobre todo los hipertensos, por su contenido en sodio, o quienes tengan que controlar el ácido úrico.
No obstante, estamos hablando de un alimento saludable que puede tener cabida, salvo contraindicaciones, en cualquier dieta equilibrada.
Qué recetas podemos preparar con navajas
Si las navajas son frescas, antes de cocinarlas se deberán lavar para retirar la arena que suelen traer. Para ello se deberán de sumergir en agua con sal durante al menos un par de horas, la cual se deberá cambiar con frecuencia. Si se colocan en posición vertical, mejor, pues esto facilitará la eliminación de la tierra.
No obstante, siempre podemos echar mano de las conservas. En este caso nos ahorramos el trabajo de tenerlas que limpiar y degustaremos todo el sabor del mar con el simple gesto de abrir una lata. En función de la receta que deseemos preparar o de cómo las queramos presentar, podemos elegir una conserva de navajas al aceite de oliva o al natural.
Respetando el producto
Este marisco es sabroso por sí solo, por lo que no necesita muchos aderezos para brindarnos una gran experiencia gustativa.
Además, la navaja no requiere de métodos de cocción largos o complejos. Más bien todo lo contrario: cuanto menos se maltrate el producto, más se gozará de la jugosidad y finura de su carne. Las dos opciones más recomendables para cocinarla son hacerlas a la plancha, utilizando un grill o una buena sartén antiadherente, o al vapor.
Para hacerlas al vapor, se calienta agua aromatizada con un vino blanco, alguna hierba fresca o especias. Cuando el líquido esté hirviendo, se incorporan las navajas limpias, se tapan y se cuecen durante un minuto hasta que se abran.
Una vez cocinadas, las navajas estarían listas para protagonizar los deliciosos platos. Eso sí, siempre debemos procurar que los ingredientes que las acompañen aporten valor y nunca enmascaren su sabor.
Un hilo de aceite de oliva virgen extra, unas escamas de sal y unas gotas de zumo de limón bastan para realzar el gusto de la navaja. A partir de ahí, dejemos volar nuestra creatividad. Una vinagreta elaborada con un buen aceite de oliva y unas verduritas picadas en brunoise, una salsa verde, o una salsa marinera, por ejemplo, son también buenas opciones para acompañar nuestras navajas.
Otra forma de prepararlas puede ser gratinándolas en el horno. En este caso, las navajas se cubren con un poco de aceite de oliva, pan rallado y una picada de ajo y perejil. Tras 10 minutos en el horno, estarían listas.
Si prefieres los platos fríos, una ensalada, un salpicón de marisco o un carpaccio son otros platos ricos y saludables que pueden estar protagonizados por las navajas.