
Fácil de preparar, saludable, reconfortante… Y si la rematamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, mucho más rica. Si quieres disfrutar de una crema de calabaza cremosa, suave y con un sabor espectacular, tienes que hacer esta receta.
La crema de calabaza es uno de esos platos que nunca fallan. En casa la preparo mucho en otoño e invierno, cuando la calabaza está en su mejor momento, pero también en cualquier época del año porque es ligera, reconfortante y gusta tanto a mayores como a niños. Además, se conserva bien y resulta perfecta para llevar en un táper al trabajo o como primer plato en una cena con amigos.
Lo que más me gusta de esta receta es que con ingredientes muy sencillos se consigue un resultado espectacular. Y si queremos darle un acabado especial, el secreto está en el aceite que utilizamos al final: un buen aceite de oliva virgen extra premium aporta aromas frescos y matices verdes que contrastan con el dulzor de la calabaza. La diferencia se nota desde el primer bocado.
Ingredientes para hacer crema de calabaza con aceite de oliva virgen extra. 4 raciones
- 800 g de calabaza (pesada ya limpia)
- 1 puerro grande
- 1 patata
- 750 ml de caldo de agua o caldo de verduras
- 35 ml de aceite de oliva virgen extra premium
- sal al gusto
- PARA DECORAR
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra premium
- pipas de calabaza

Cómo hacer la crema de calabaza paso a paso
- Retira las hojas verdes de los puerros y lava la parte blanca por si contiene algún resto de tierra. Pártelos en trozos pequeños.
- Echa el aceite de oliva virgen extra en una olla o cazuela amplia. Cuando esté caliente, incorpora el puerro y póchalo a fuego medio durante unos 10-12 minutos. Incorpora un poco de sal.
- Mientras tanto, lava y pela la calabaza y la patata. Ten cuidado con la calabaza, pues tiene la piel bastante dura. Corta ambos vegetales en dados de tamaño medio.
- Incorpora la calabaza y la patata a la cazuela. Rehoga durante 10 o 15 minutos aproximadamente. Si ves que algunos trocitos toman color, fenomenal; eso aportará más sabor a la crema.
- Añade el caldo, que también puede ser agua, y tapa la cazuela. Deja que cueza durante 25 minutos aproximadamente o hasta que los ingredientes estén muy blanditos.
- Seguidamente, traslada el contenido de la cazuela al vaso de la batidora. Tritura hasta obtener una crema de textura fina y lisa. Si la quieres más ligera, puedes añadir un poco más de caldo.
- Finalmente, comprueba el punto de sazón de tu crema de calabaza y puerro.
- Sirve tu crema de calabaza con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas pipas de calabaza. Se puede tomar fría o templada, pero a mí me gusta más calentita.





Variantes y trucos
- Con boniato: sustituye parte de la calabaza por boniato para darle un punto más dulce.
- Con calabacín: añadir un calabacín junto con la calabaza hace que la textura quede aún más ligera.
- Especias: un poco de jengibre fresco rallado, curry suave o nuez moscada le darán un toque diferente.
- Con nata: si quieres un acabado más cremoso, puedes añadir un chorrito de nata justo al final de la cocción. Puede ser nata normal o, si quieres que el plato siga siendo vegano, puedes usar una nata vegetal.
Conservación y aprovechamiento
La crema de calabaza aguanta en la nevera hasta 3 días. Guárdala en un recipiente bien cerrado, preferiblemente de cristal para que no se transfieran olores y sabores. Así podrás disfrutar más adelante de un plato tan sano y sabroso como este. Eso sí, añade el aceite premium siempre en el momento de servir, nunca antes de congelar.
Sin embargo, no te recomiendo congelarla, pues la textura de las recetas que llevan patata se vuelven algo harinosas tras descongelarlas.
La diferencia está en el aceite
Aunque la calabaza tiene un sabor naturalmente agradable, lo que realmente transforma esta crema es el aceite que se utiliza para terminarla. Un buen virgen extra aporta notas verdes, frutadas, incluso recuerdos a hierba o almendra, que elevan el plato a otro nivel. En espacios especializados como Molino y Cata, puedes encontrar aceites de oliva virgen extra de las mejores almazaras, seleccionados por su calidad y personalidad.
Si quieres experimentar cómo un simple chorrito puede cambiarlo todo, te recomiendo probar su gama de aceites de oliva virgen extra. Un gesto pequeño que convierte una receta casera en una experiencia gastronómica.