Diferencias entre magdalenas, muffins y cupcakes

Escribo esta entrada, más que para definir el significado de estos tres términos, para aclarar las diferencias que existen entre ellos. Muchas veces me han preguntado qué es exactamente un muffin o he escuchado defender que los famosos cupcakes no son más que magdalenas con algo por encima. Hace ya algunos años que nuestras tradicionales magdalenas ya no están solas en los escaparates de las pastelerías. Ahora tienen a unos vistosos y atrevidos bollitos venidos de países anglosajones como compañeros. O lo que es lo mismo, los deliciosos muffins y cupcakes. Aunque muchos puedan pensarlo, estos tres pequeños dulces no son lo mismo.

Existe mucha confusión al respecto. Un cupcake no es una magdalena que se ha ido de Erasmus y nos ha vuelto con un sombrero de buttercream. Los ahora tan de moda cupcakes no son exactamente magdalenas decoradas, como en algunos establecimientos los venden, de la misma forma que los muffins no son cupcakes sin decorar, sino un dulce diferente. Es más, esta confusión no se produce solamente en supermecados y pastelerías, sino en muchos blogs de cocina u otros recetarios, en los que se utilizan los tres términos de forma errónea y confusa.

Es cierto que los tres tienen en común que suelen venir presentados en cápsulas o moldes de papel, son de tamaño individual, tiernos, dulces y son el aliado perfecto en los desayunos y las meriendas. Pero existen diversos matices que marcan las diferencias entre unos y otros. Para no equivocarnos más y saber en todo momento lo que estamos comprando o cocinando, vamos a ver en qué consisten las diferencias entre magdalenas, muffins y cupcakes.

¿Qué son las magdalenas?

Empezamos detallando las características de las magdalenas. Aunque nos resulten tan tradicionales y familiares, este dulce tiene su origen en las madeleines francesas, cuya receta nos llegó gracias a los peregrinos procedentes de Francia que cruzaban la península realizando el Camino de Santiago.

Como ya sabemos, el bollo de la magdalena es esponjoso y ligero, al contrario que el interior de los muffins y cupcakes, los cuales son más densos. La receta tradicional de las magdalenas españolas incluye huevos, azúcar, aceite, harina de trigo, levadura, una pizca de sal y algún aroma sencillo. Nada más: ni leche, ni yogur… En algunos casos pueden hacerse de chocolate añadiendo un poco de cacao en polvo, aunque ya no estaríamos hablando de las de toda la vida.

Las magdalenas son las reinas de los desayunos y el complemento ideal para un vaso de leche con cacao o para un aromático café. Aunque no se trata de un alimento bajo en calorías, podría afirmarse que son más sanas que los muffins y los cupcakes, pues incorporan grasas más saludables.

Las características de las magdalenas que las diferencian de muffins y cupcakes son:

• La masa de las magdalenas ha de batirse bastante para que entre bien de aire y suban en el horno.
• La grasa que se ha de incorporar es aceite vegetal (de girasol o uno de oliva suave).
• Su textura es esponjosa y presentan un copete en la parte superior, como consecuencia de haber batido bien la masa.
• No se rellenan ni se les añade fruta. Sí pueden llevar algún aroma como el limón o la vainilla.
• No llevan decoración. Como mucho, un poco de azúcar en la parte superior.

¿Qué son los muffins?

Los muffins son unos bollitos de origen anglosajón que hace ya un tiempo se hicieron su hueco en nuestro repertorio repostero. Existen dos tipos de muffins: los americanos (los más familiares para nosotros) y los ingleses, que tienen un aspecto de panecillo y se sirves partidos por la mitad y rellenos de mermelada o mantequilla.

Al contrario que las magdalenas, su masa es más densa, menos esponjosa y su receta incluye algo menos de azúcar. El principal atractivo atractivo de los muffins es que se pueden incorporar infinidad de ingredientes, lo cual los hace muy versátiles. Fruta fresca, frutos secos, copos de avena, chocolate, yogur, crema… Todos ellos serán bienvenidos en una receta de muffins dulces. Y digo dulces, porque incluso existen los muffins salados.

La decoración de los muffins no suele ser muy elaborada. En ocasiones se les espolvorea con un streusel (mezcla de mantequilla, harina y azúcar) antes de hornearlos para hacerlos más crujientes. También se les puede bañar ligeramente con una glasa ligera una vez que han salido del horno.

Aunque también suelen presentarse en cápsulas de papel rizado, es bastante común que estén envueltos por un tipo de papel liso o, incluso, que se cocinen directamente en un molde engrasado.

Para que nos quede claro, las principales características de los muffins son:

• Su textura es más densa y compacta, ya que no se incorpora tanto aire al batir la masa.
• Por lo tanto, los muffins no tienen tanta altura como las magdalenas; son más chatos y presentan una forma de hongo.
• Entre sus ingredientes se incluye la mantequilla y no el aceite.
• Se añade fruta, queso crema, frutos secos, chocolate… Puede también ser salados.
• No llevan decoración elaborada.

¿Qué son los cupcakes?

De unos años aquí, los cupcakes han revolucionado los escaparates de nuestras pastelerías haciendo alarde de su variedad de colorido, decoración y sabores. Estos pequeños pastelitos son también de procedencia anglosajona y ya en el siglo XIX figuraban en los recetarios de postres de la época. Sin embargo, en nuestro país comenzaron a ser populares especialmente a raíz del éxito de la serie Sexo en Nueva York, cuyas protagonistas realizaban golosas incursiones en Magnolia Bakery, una confitería de la Gran Manzana especializada en cupcakes.
El significado de la palabra cupcake es evidente. El término es fruto de la unión de cup, taza en inglés, y cake, tarta. Ya desde un punto de vista etimológico podemos adivinar que los cupcakes son mucho más que magdalenas decoradas, pues realmente se trata de porciones individuales de tarta. Los cupcakes pueden presentar todas las variaciones de sabor y decoración propias de las tartas, pero en versión mini. De hecho, es muy frecuente que los cupcakes reproduzcan muchos sabores de las tartas americanas tradicionales, como la de zanahoria, la red velvet, la cheesecake, etc.

El gran protagonista de los cupcakes suele ser su llamativa decoración, la cual ha evolucionado tanto hasta convertirse casi en un arte. La crema de mantequilla o buttercream, enriquecida con chocolate o queso crema, entre otros ingredientes, es un básico en la decoración de los cupcakes. También es muy habitual que vayan cubiertos de fondant, esa pasta de azúcar tan versátil y manejable con la que dar rienda suelta a nuestra imaginación.

¿Cuáles son las principales características de los cupcakes?

• La masa se hace igual que la de un bizcocho, que para eso son pequeñas «tartas en taza.» Puede incorporar leche, yogur, cereales, chocolate, dulce de leche…
• Al contrario que las magdalenas, se hacen con mantequilla, no aceite.
• Se pueden emborrachar con almíbar o rellenar al gusto con todo tipo de cremas.
• Su forma es bastante achatada y casi no presentan copete. Esta superficie más plana que la de los muffins y las magdalenas servirá de base para la decoración.
• La decoración puede ser tan variada como alcance nuestra imaginación: buttercream, fondant…