Pastel de cabracho, receta fácil de este pastel de pescado

Con su textura de pudin suave, este pastel de cabracho es perfecto para servirlo como entrante en cualquier comida con la familia o celebración especial. Limpiar el pescado lleva su tiempo, pero por lo demás es muy fácil de hacer. Toma nota d la receta.

Cuando oímos la palabra «cabracho» resulta casi imposible no pensar en un pastel. Y es que el cabracho es un pescado de roca de sabor intenso pero lleno de espinas, por lo que la mejor manera de consumirlo es en guisos o en este tipo de pasteles.

Aunque el cabracho presente una piel de color rosado, se trata de un pescado de carne completamente blanca. El tono rosa del pastel se lo da la salsa de tomate que le agregamos.

Si queremos hacer este pastel y no encontramos cabracho en la pescadería, también puede prepararse con merluza. No obstante, el resultado será distinto: un pudin de sabor más suave pero muy rico igualmente.

El pastel de cabracho o pudin de cabracho es una de esas recetas que siempre asociamos con comidas navideñas o celebraciones familiares. Es un plato que ofrece unas cuantas ventajas que lo hacen ideal para este tipo de eventos. En primer lugar, se puede preparar de víspera, lo que resulta muy práctico a la hora de incluirlo en esos variados menús que nos gusta preparar cuando tenemos invitados.

Es un plato versátil que bien podemos servir como aperitivo o como primer plato. Además, no tendremos que preocuparnos porque llegue con la temperatura correcta a la mesa, ya que suele consumirse en frío.

Por si todo esto fuera poco, es una forma muy práctica de que los niños coman pescado, pues su forma y su color camuflan totalmente la presencia de este alimento. Viendo que todo son ventajas, vamos a ver cómo se prepara el pastel de cabracho.

Utensilios necesarios para hacer el pastel de cabracho

• Un molde rectangular de tipo cake. El que ves en las fotos tiene 28 cm de largo.
• Un recipiente más grande para el baño María. Tiene que ser resistente al calor.
• Una olla o cazuela para cocer el cabracho
• Un cuchillo afilado
• Tabla de cortar

Elaboración. Cómo se hace el pastel de cabracho

Cuece y prepara el pescado

1. Ponemos a cocer el cabracho junto con la cebolla, el laurel y un poco de sal.
2. Esperamos a que se temple un poco y lo desmenuzamos muy bien, separando poco a poco las magras del pescado. Este paso es un poco pesado, pero es importante quitar todas las espinas, pieles y escamas para no tener sorpresas al degustar el pastel.
3. Mientras, precalentamos el horno a 190º.
4. Picamos el cabracho con un cuchillo bien afilado. Creo que la textura del pastel queda mejor si picamos a mano el pescado, pues notaremos los pequeños trocitos de cabracho al comerlo. Si lo van a comer niños a los que no les gusta el pescado, podemos triturarlo con la batidora, pues es posible que les resulte más agradable así.
5. Un consejo. No tires el agua resultante de cocer el cabracho. Guárdala en tarros de cristal y tendrás un estupendo caldo de pescado, un delicioso fumet de cabracho listo para agregar a tus arroces o tus guisos. Guárdalo en la nevera y, si no tienes previsto consumirlo en un par de días, congélalo.

Mezcla los ingredientes y hornea el pastel

1. Batimos los huevos a punto de tortilla. Agregamos la nata, el tomate frito y el cabracho. Mezclamos bien. Salpimentamos al gusto.
2. Untamos un molde rectangular tipo cake con la mantequilla y el pan rallado. Es importante realizar este paso para que el pastel no se nos pegue en el momento de desmoldarlo.
3. Vertemos la mezcla del pastel de cabracho en el molde.
4. Lo siguiente es hornear el pastel al baño María durante 50 minutos aproximadamente. Para ello llenamos una fuente resistente al calor con unos dos o tres dedos de agua, metemos ahí el molde con el pastel y lo metemos todo en el horno. Esta técnica culinaria permite que el alimento se cocine de forma suave y uniforme.
5. Una vez que ha pasado ese tiempo, comprobamos la cocción del pastel. Introducimos un palillo o brocheta en el centro del pudin y nos aseguramos de que salga limpio.
6. Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo. Este paso es necesario, pues si intentamos sacar el pastel del molde en caliente es muy probable que se nos rompa.
7. Lo último que nos queda por hacer es desmoldar nuestro pastel de pescado.

Ideas para servir el pastel de cabracho

¿Has visto como hacer un pudin de cabracho no es nada complicado? La forma más tradicional de presentar este pastel es junto a unas tostaditas de pan y un poco de salsa rosa. Pero si quieres huir de lo típico te voy a dar unas cuantas ideas para que degustes este plato.

• Este pudin te puede servir como base para elaborar unos deliciosos canapés. Corta el pastel en pequeños cuadraditos y colócalos sobre una rebanadita de pan tostado ya comprado, o bien que hayas hecho tú con pan de molde. Decóralos con medio tomate cherry, un canónigo y un poquito de sucedáneo de caviar. Ya verás qué vistoso.
• ¿Otra idea para hacer canapés? Aplasta el pastel con la ayuda de un tenedor hasta formar una masa y rellena con ella unas tartaletas de masa quebrada o unos volovanes de hojaldre. Decóralos a tu gusto (con unos encurtidos, un tomatito cherry, un poco de huevo duro picado….)
• Si tienes unas flaneras, ya sean las típicas metálicas o de silicona, puedes hacer unos pastelitos de cabracho individuales que quedarán la mar de coquetos en tu mesa. Recuerda que tendrás que acortar el tiempo de horneado en función del tamaño de tus moldes.
• ¿Te ha sobrado algo de pastel? Pues lo puedes emplear como ingrediente para una ensalada a la que puedes añadir también unas gulas, por ejemplo.

Una última curiosidad sobre el pudin de cabracho

Aunque nos parezca que el pastel de cabracho es un plato de toda la vida, la receta la ideó el cocinero Juan Mari Arzak en el año 1971. Es cierto que antes ya se elaboraban pasteles similares con este pescado, pero quien popularizó esta receta en concreto fue el famoso cocinero vasco.