
¿Buscas un aperitivo original, sabroso y sencillo? Entonces esta receta de bolitas de patata y queso hechas en freidora de aire es para ti. Son un bocado crujiente por fuera y blandito por dentro que recuerda a las clásicas croquetas, pero mucho más fáciles de hacer.
Falsas croquetas de patata y queso en freidora de aire
Para sacar partido a mi air fryer no me limito a preparar los platos que normalmente hago en el horno, sino que de vez en cuando me gusta probar recetas nuevas con las que exprimir el potencial de este electrodoméstico.
Uno de mis últimos experimentos son estas falsas croquetas de patata crujientes, unas bolitas ideales para servir de aperitivo, en un picoteo o para montar una cena rápida acompañadas de un poco de ensalada.
Como no van fritas, sino hechas en freidora de aire, quedan muy ligeras y nada pesadas. No obstante, para que resulten más jugosas, puedes acompañarlas de alguna salsa, como esta salsa de yogur o una salsa barbacoa casera.
La patata es un ingrediente algo insípido, así que vamos a darles alegría con una buena cantidad de queso. Yo he puesto una parte de queso rallado fundente y una parte de parmesano, que le da más intensidad de sabor, pero puedes usar los quesos que prefieras.
Si te gusta este concepto de falsa croqueta, en el blog puedes encontrar recetas similares como las deliciosas croquetas de espinacas y ricotta que preparé hace un tiempo o estas croquetas de atún y ricotta que quedan espectaculares.
Ingredientes para hacer bolitas de patata y queso (30 unidades)
- 450 g de patata (2 patatas medianas)
- 100 g de queso fundente (mozzarella, gouda, emmental…)
- 60 g de queso parmesano rallado
- 2 huevos grandes
- sal
- pimienta
- 75 g de pan rallado (mejor si es panko)
Nota: con estas cantidades de ingredientes salen dos tandas de bolitas de patata y queso.

Cómo hacer bolitas de patata y queso en air fryer
1. Cocer y preparar las patatas
Empieza cociendo en abundante agua hasta que estén tiernas. Tardarán unos 25 minutos en estar hechas. Sabrás que están listas cuando claves un cuchillo y la patata no ofrezca resistencia. Escúrrelas y deja que pierdan un poco de calor. Cuando ya no quemen, retira la piel.
Después, machaca las patatas con un tenedor o similar hasta conseguir un puré homogéneo, sin grumos.
2. Mezclar con los quesos y el huevo
Incorpora al puré de patata los quesos que hayas elegido. Salpimenta y mezcla todo bien. Después, añade los dos huevos y vuelve a mezclar hasta integrar. Asegúrate de que el puré está ya frío, porque si no se pueden cuajar los huevos antes de tiempo.
La mezcla debe quedar con una consistencia suficiente como para que la puedas moldear entre las manos. Si ves que está muy suelta, puedes dejarla enfriar en la nevera para que adquiera consistencia. Si aún está muy blanda, incorpora algún ingrediente seco que absorba la humedad, como pan rallado o harina.


3. Formar las bolitas y empanarlas
Toma una porción de masa del tamaño de una nuez y darle forma de bolita. Para evitar que la masa se te pegue a las manos puedes engrasarlas con un pelín de aceite.
Haz todas las bolitas hasta terminar con la masa. Cuando las tengas listas, pásalas por el pan rallado mientras presionas ligeramente para que queden bien cubiertas.

4. Cocinar en la freidora de aire
Coloca las bolitas en la cesta de la freidora de aire y cocínalas unos a 180 °C durante unos 18 minutos o hasta que las veas doraditas. No es imprescindible, pero si quieres que el dorado sea más uniforme, dales la vuelta a mitad de la cocción.
Repite la operación con las bolitas de la segunda tanda y ya puedes disfrutar de tus bolitas de patata y queso en freidora de aire


Consejos para unas bolitas perfectas
- Utiliza un queso que funda bien. Mozzarella, gouda o emmental funcionan de maravilla. Yo he usado una mezcla de varios. Si prefieres un sabor más potente, el cheddar o el manchego semicurado son opciones excelentes.
- Asegúrate de que las patatas están bien escurridas antes de machacarlas. Si en el puré hay agua es probable que la masa te quede demasiado líquida.
- Como te digo más arriba, para empanarlas es mejor que uses panko. Este tipo de pan rallado de origen japonés les da un acabado mucho más crujiente.
- Haz las bolitas de patata pequeñas; así tardarán menos en hacerse y quedarán más crujientes. El tiempo de cocción es variable: dependerá del tamaño de las porciones y de las características de tu freidora de aire.

Variantes de la receta
Lo bueno de esta receta es que admite muchas variaciones:
- Bolitas rellenas: coloca un cubito de queso en el centro de cada bola para que el relleno sea aún más fundente.
- Versión especiada: añade curry en polvo o cúrcuma al puré para darles un toque diferente. Si te gusta el picante, prueba a añadir unas gotas de Tabasco o un poquito de ají amarillo.
- Opción sin gluten: utiliza pan rallado sin gluten o copos de maíz triturados.
- Si no tienes freidora de aire en casa, también puedes hacerlas fritas, como toda la vida. Tendrán algunas calorías más y mancharás un poco la cocina, pero lo cierto es que fritas quedan más jugosas.
Cómo servir las bolitas de patata con queso
Lo ideal es comerlas recién hechas, cuando aún están calientes y crujientes. Si sobran se pueden guardar en la nevera hasta el día siguiente, pero perderán esa textura crujiente tan rica. Lo que no puedes hacer es congelarlas, ya que la patata no congela nada bien.
Estas bolitas son ideales como aperitivo en una comida con amigos, como entrante en una cena ligera o incluso como guarnición de carnes y pescados. Si las sirves en un picoteo, preséntalas en una bandeja con diferentes salsas en pequeños cuencos para que cada comensal pueda mojar a su gusto.
Otra opción es incorporarlas a un menú más completo: acompáñalas con una ensalada fresca o con verduras al horno para equilibrar el plato con ingredientes vegetales.
Beneficios de cocinar bolitas de patata en freidora de aire
La freidora de aire se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible en muchas cocinas porque permite preparar recetas crujientes con muy poca grasa. Al cocinar estas bolitas de patata con queso en la air fryer:
- Se reduce notablemente el aporte calórico frente a la fritura tradicional.
- No absorben tanto aceite, por lo que resultan más ligeras.
- El tiempo de cocinado es más rápido y limpio.
- Obtendrás una textura dorada y crujiente sin renunciar al sabor.