Si te gusta la leche frita tradicional, te gustará esta leche frita de chocolate. Es la versión más golosa de este famoso postre de Semana Santa, un dulce cremoso que prácticamente se deshace en la boca.
Receta de leche frita de chocolate
La leche frita es uno de los postres más preparados en Pascua. La receta básica consiste en una leche aromatizada y espesada con almidón de maíz, popularmente conocido como maicena o maizena. Después, la crema se parte en porciones que se rebozan en harina y huevo, para luego freírlas en aceite.
La receta clásica es deliciosa, su sabor recuerda mucho a las torrijas o al arroz con leche. Sin embargo, pensando en los amantes del chocolate, en esta ocasión vamos a hacer una versión más golosa añadiendo un poco de cacao a la crema. El resultado es un postre igual de cremoso, pero con un delicioso sabor a chocolate.
Para que nuestra leche frita con chocolate esté aún más rica, vamos a infusionar la leche con un poco de cáscara de naranja. Este sabor cítrico no solo combina estupendamente con el chocolate, sino que nos recuerda ligeramente al aroma de la leche frita de la abuela.
¿Te he provocado ya ganas de prepararla? Pues venga, vamos con la receta.
Ingredientes para hacer leche frita de chocolate
- 1 litro de leche entera
- 150 g de azúcar blanca
- 25 g de cacao en polvo sin azúcar
- 120 g de maicena (almidón de maíz)
- piel de 1 naranja
- — PARA REBOZAR Y FREÍR —
- 2 huevos
- 50 g de harina
- aceite de girasol
- mezcla de azúcar y canela
Cómo hacer leche frita paso a paso
Prepara la crema de chocolate
- Lava muy bien la naranja. Retira la piel procurando llevarte solo la parte coloreada.
- Separa 1/4 de la leche. El resto, viértelo en un cazo y ponlo a calentar. Echa la piel de naranja. Cuando rompa el hervor, retira de la leche del fuego y déjala infusionar durante unos 20 minutos.
- Cuela la leche para eliminar la cáscara de naranja. Vuelve a calentar la leche. Añade el azúcar y el cacao en polvo tamizado. Remueve con una varilla hasta que ambos ingredientes se disuelvan.
- Por otro lado, en el 1/4 de leche que habías apartado, disuelve la maicena completamente. Esta leche deberá estar fría; de lo contrario, la maicena formará grumos.
- Añade la leche con la maicena disuelta al cazo que tienes en el fuego. Mientras remueves la mezcla con unas varillas, cocina a fuego medio hasta que espese y obtengas una crema densa. Es importante que no dejes de remover, pues así evitarás que la preparación se pegue en el fondo del cazo y se formen grumos. Tardará unos minutos, pero al final acaba espesando; ten paciencia.
- Una vez obtengas una crema consistente, pásala a un recipiente cuadrado o rectangular previamente engrasado con un poquito de aceite.
- Tápala a piel, es decir, colocando el film directamente sobre la superficie de la crema.
- Refrigera durante unas 6 horas para que la crema de chocolate endurezca.
Fríe las porciones de leche frita de chocolate
- Prepara tres platos, uno con huevo batido, otro con harina y un tercero, con una mezcla de azúcar y canela molida.
- Pasado el tiempo de reposo, desmolda la crema y córtala en porciones regulares. A mí me salieron 15 trozos de buen tamaño.
- Reboza las porciones de leche frita en harina y, después, pásalas por huevo batido.
- Fríe las porciones en aceite caliente hasta que todas las caras estén doraditas.
- Según las tengas fritas, deposítalas sobre plato cubierto con papel de cocina que absorba el exceso de aceite.
- Cuando aún están calientes, reboza tu leche frita de chocolate en azúcar y canela.
Consejos para hacer una leche frita de chocolate cremosa
Al igual que en la receta original, la clave de esta leche frita de chocolate reside en obtener una crema que, una vez fría, no quede demasiado dura ni demasiado blanda. Con la proporción de leche y almidón de maíz que te doy conseguirás unas porciones con la suficiente consistencia como para que las puedas rebozar cómodamente. Si te gusta la leche frita más cremosa o blandita, añade menos maicena.
Una vez añadas la maicena disuelta en leche a la preparación, no dejes de removerla con las varillas. Insiste, sobre todo, en el fondo del cazo, que es donde tiende a pegarse. También es importante que lo hagas a fuego medio o suave. Si subes demasiado el fuego, tenderá a pegarse más.
La temperatura del aceite debe rondar los 180 ºC, es decir, debe estar calentito, pero sin que llegue a humear. Si desprende humo, es que el aceite se está quemando. Por otro lado, tampoco conviene que el aceite esté muy frío, pues la leche frita quedará demasiado grasienta. Recuerda que estamos hablando de aceite de girasol; un aceite de oliva aportaría demasiado sabor a este postre.
Emborriza las porciones en la mezcla de azúcar y canela cuando aún están calientes. Si las dejas enfriar, el azúcar no se pegará.
Conserva la leche frita de chocolate en la nevera y bien tapada para que no adquiera otros olores. Al ser una preparación muy húmeda, no te recomiendo que la guardes más allá de dos días.
Variaciones que admite la leche frita con chocolate
- La combinación de chocolate con naranja es deliciosa, pero también puedes aromatizar tu leche frita chocolateada con vainilla. Lo único que tienes que hacer es infusionar la leche con el contenido de una vaina de vainilla o, en su defecto, añadir un poco de esencia de vainilla directamente a la leche, sin necesidad de infusionarla previamente.
- El rebozado podemos realizarlo tanto con harina de trigo como con almidón de maíz. Hay quien reboza cada porción dos veces para que esa capa sea más gruesa.
- Si tienes intolerancia a la lactosa, puedes sustituirla por alguna bebida vegetal. El sabor será muy distinto, pero la textura del postre queda similar.
- La leche frita de chocolate tradicional se toma sola, pero también puedes servirla acompañada de unas natillas, una bola de helado de vainilla, nata montada…