¡Croquetas de berenjena y queso azul! Mmm… No sé si a ti te ocurre, pero ya solo con nombrar la palabra «croqueta» a mí se me hace la boca agua. Y si la receta incluye ingredientes tan deliciosos como la berenjena y el queso azul, ya ni te cuento. La suave textura de la berenjena, combinada con el intenso sabor del queso, aporta un punto de originalidad a las croquetas sorprendente y riquísimo.
Algo peculiar ocurre actualmente con las croquetas. Parece que han pasado de representar la mayor expresión de la cocina tradicional de nuestras madres y abuelas, a ser un bocado delicado y exquisito, digno de los mejores restaurantes. Eso sí, siempre que las hagamos redonditas y les pongamos algún ingrediente que no sea pollo o jamón. Sea cual fuere el papel que la croqueta desempeña actualmente en el mundo de la gastronomía, lo cierto es que están buenísimas. ¿Conoces a alguien a quien no le gusten las croquetas? Yo no.
Como comprobarás a continuación, esta receta de croquetas de berenjena y queso azul no tiene ninguna dificultad, pues se elaboran de manera tradicional, con su bechamel de toda la vida. Son muy fáciles de hacer y podemos prepararlas indistintamente para una comida o cena de diario, para un picoteo entre amigos… Son tan cremosas y ricas que entran bien a cualquier hora.
Para que todo quede claro, vamos a ver paso a paso cómo hacer croquetas de berenjena y queso azul. Ya verás qué buena pinta tienen.
Utensilios para hacer las croquetas
- Un cazo para hacer la bechamel
- Unas varillas
- Una fuente amplia
- Papel film
- Sartén
- Espumadera
- Cuchillo afilado
- Tabla de cortar
Ingredientes para hacer croquetas de berenjena y queso azul. Cantidades para 20 unidades aproximadamente
- 1 berenjena grande
- 100 g de queso azul (roquefort, cabrales, gorgonzola…)
- 250 ml de leche entera
- 40 g de harina + un poco más para el rebozado
- 30 g de mantequilla
- 1 cebolla
- 2 huevos
- pan rallado
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta
- nuez moscada
Cómo hacer croquetas de berenjena y queso azul
Asar la berenjena
- En primer lugar, vamos a asar la berenjena en el horno. Comenzamos precalentando el horno a 200 ºC.
- Seguidamente hay que lavar la berenjena y partirla por la mitad. Realizamos unos cortes transversales en la superficie de cada una de las dos mitades y las rociamos con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Las asamos durante unos 25 o 30 minutos, hasta que estén blanditas.
- Cuando la berenjena esté asada, separamos la pulpa de la piel y la cortamos en trocitos muy pequeños. De esta forma encontraremos los trozos de berenjena al comerlas.
Preparar la bechamel de las croquetas
- Seguidamente preparamos la masa de las croquetas. Comenzamos calentando la mantequilla en un cazo a fuego suave. Ten cuidado porque la mantequilla se quema con mucha facilidad.
- Cortamos la cebolla en juliana bien fina y la incorporamos al cazo con la mantequilla. Pochamos la cebolla durante unos 10 o 15 minutos, hasta que esté blandita y transparente.
- En ese momento añadimos la harina al cazo (los 40 g) de una sola vez, de golpe. La mezclamos con el resto de ingredientes con la ayuda de una varilla. Dejamos que se tueste durante unos 3 o 4 minutos para eliminar el sabor a crudo de la harina. A esta preparación se le llama roux.
- Incorporamos la leche poco a poco y sin dejar de remover bien con las varillas. De esta manera evitamos que aparezcan grumos en la bechamel.
- Añadimos una pizca de nuez moscada, pimienta y sal. Seguimos removiendo hasta que la textura de la bechamel comience a espesar. Para que la bechamel salga bien es importante trabajar bien esta mezcla durante unos 15 minutos.
- Incorporamos el queso azul cortado en trocitos y seguimos mezclando hasta que se funda por completo y se integre con el resto de ingredientes.
- Finalmente, añadimos la berenjena. Terminamos de mezclar y probamos de sal.
- Trasladamos la masa a una fuente y la tapamos con papel film. De esta manera evitamos que se forme una costra dura en su superficie. Dejamos enfriar la fuente a temperatura ambiente y, cuando ya no desprenda calor, la llevamos a la nevera. Enfriamos la masa durante 2 horas más o menos, hasta que esté bien cuajada.
Freír las croquetas
- Ya solo nos queda freír las croquetas de berenjena y queso azul. Para ello preparamos tres platos, uno con los 2 huevos batidos, otro con un poco de pan rallado y otro con el resto de la harina.
- Con ayuda de dos cucharas o de nuestras propias manos bien limpias, vamos cogiendo porciones de masa de croquetas y les damos forma: redonda, ovalada, cuadrada… Como más nos guste.
- Y rebozamos las croquetas. Primero las pasamos por la harina, después por el huevo batido y, finalmente, por el pan rallado.
- Calentamos aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente (pero sin que llegue a humear) metemos las croquetas. Rápidamente les damos la vuelta con la ayuda de una espumadera para que se doren uniformemente y evitar que se abran. Cuando haya tomado un bonito color tostado, las retiramos.
- Por último, colocamos las croquetas en un plato sobre el que habremos colocado un par de hojas de papel de cocina. El papel absorberá el exceso de aceite que pudieran tener.
- ¡Y ya están listas para emplatar nuestras deliciosas croquetas de berenjena y queso azul!
Consejos para hacer croquetas de berenjena y queso azul
- ¿No te apetece encender el horno para asar las berenjenas? Pues no hay problema. Corta la berenjena en cubitos pequeños, en crudo, y añádelos a la cebolla mientras se está pochando. Ten en cuenta que, en este caso, la cebolla tardará un poco más en hacerse, pero es cierto que nos ahorramos encender el horno. Cocina estos dos ingredientes hasta que estén bien blanditos.
- Si no quieres encontrar los trocitos de berenjena en cada bocado y prefieres una masa de textura más homogénea, tritura con una batidora la pulpa de la berenjena antes de añadirla a la masa de las croquetas. Si te resulta más cómodo, también puedes triturarla una vez que la hayamos añadido a la masa, justo antes de meterla en la nevera.
- Ten cuidado al agregar la sal, pues el queso azul ya es bastante sabroso. Mejor quedarnos cortos y rectificar al final que arruinar las croquetas añadiendo un exceso de sal.
- Siempre que friamos un alimento que va rebozado es importante que el aceite esté bien caliente. Si no lo está, la croqueta se abrirá y quedará fea. Sin embargo, tenemos que evitar que el aceite humee, pues eso significa que se estará quemando. ¿Y, por qué hay que evitar que el aceite se queme? Pues porque en ese momento comienza a liberar sustancias tóxicas y nocivas para la salud.
Variaciones de esta receta de croquetas
- El queso azul igual resulta un poco fuerte para los niños. Si quieres aprovechar esta receta de croquetas para que los más pequeños de la casa coman berenjena, sustituye el queso azul por uno de sabor más suave, como el emmental, el parmesano o, incluso, un queso crema. ¡Seguro que no se enteran de que están comiendo verdura!
- Si quieres convertir unas sencillas croquetas de berenjena como estas en un plato de lo más resultón, acompáñalas con alguna salsa de sabor suave, como puede ser una salsa de tomate casera, una salsa de queso ligera o de yogur. Incluso un toque de salsa pesto casera le puede ir bien. Suena rico, ¿verdad?
Spiderman dice
No hay nada como hacer croquetas caseras, la verdad. Y estas tienen muy buena pinta. Me apunto la receta.
Código Cocina dice
Me alegra que te gusten. Besos y gracias por comentar
TANIA dice
saludos.gracias por publicar recetas sanas y ricas.hoy mismo preparare.
Código Cocina dice
Espero que te salgan muy ricas