
Fácil, sabroso y con aroma a otoño. Así es este risotto de calabaza con un toque de parmesano, una receta de lo más agradecida y deliciosa en la que esta colorida hortaliza es la protagonista.
Me encantan los risottos. Son sencillos de elaborar, su textura melosa es lo de más agradable y admiten una gran variedad de versiones. En esta ocasión la calabaza, con su característico sabor dulzón, es el ingrediente encargado de aportarle personalidad. Aunque esta combinación de ingredientes pueda sorprenderte en un principio, el risotto alla zucca es un plato de lo más popular en Italia.
Estoy deseando contarte cómo hacer risotto de calabaza y parmesano, así que ahora mismo voy con ello.
Ingredientes para hacer risotto de calabaza
- 320 g de arroz especial para risotto (arborio, carnaroli…)
- 600 g de calabaza pelada y sin pepitas
- 1 cebolla
- 80 g de queso parmesano
- 50 g de mantequilla
- 1,5 litros de caldo vegetal
- 1/3 de vaso de vino blanco
- Pimienta negra
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal

Cómo hacer risotto de calabaza
- Parte la cebolla en brunoise. Corta la calabaza en cubos de 1 cm de lado aproximadamente.
- En una cazuela amplia vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra y pocha la cebolla a fuego suave. Échale un pelín de sal para ayudarle a que suelte el agua.
- Cuando la cebolla esté blanda y ligeramente transparente incorpora la calabaza y sofríela a fuego un poco más fuerte durante un par de minutos.
- Añade el vino blanco y deja que el alcohol se evapore.
- Incorpora el arroz y sofríelo durante un par de minutos. A esto se le llama nacarar el arroz.
- Ahora ve añadiendo el caldo poco a poco, el cual estará caliente para no romper la cocción del arroz. Primero añade un poco solamente, el suficiente para cubrir el arroz. Cuando el líquido haya desaparecido ve añadiendo el resto del caldo a cucharones, dejando que el arroz absorba todo el caldo antes de añadir más. Remueve el arroz cada vez que añadas más líquido. La cocción del arroz durará 15 minutos más o menos.
- Pasado ese tiempo, el arroz estará prácticamente listo. Es el momento de añadir la mantequilla y el queso parmesano. Remueve bien el risotto para mantecarlo, es decir, para dejarlo bien cremoso.
- Finalmente corrige el punto de sal, añade la pimienta y sírvelo recién hecho. No dejes que el arroz repose ni que se enfríe, pues rápidamente se vuelve pastoso.









Una receta riquísima y súper sencilla para después de los excesos navideños