Esta receta de albóndigas de bacalao en salsa es un plato muy fácil de hacer y sale buenísimo. Es perfecto para aquellos que no son muy aficionados a incluir el pescado en su dieta.
Aunque el bacalao es uno de los alimentos más típicos de Semana Santa o Cuaresma, no es necesario esperar a estas fechas para disfrutar de uno de los pescados más sabrosos que hay. A mí me encanta y lo suelo usar no solo en platos calientes, como unas patatas guisadas con bacalao, sino también en platos fríos tipo esta ensalada de escarola, bacalao y naranja.
Para hacer esta receta tienes dos opciones. Puedes comprar el bacalao ya desalado, como hice yo, o puedes adquirirlo en salazón y desalarlo tú mismo en casa. Esta segunda opción es menos rápida pero suele ser más económica. Además, puedes controlar mejor el punto de sal que quieres que tenga tu bacalao.
Por otro lado, en cuanto a la pieza de bacalao que debes usar, te adelanto que no es necesario que compres unos lomos de la mejor calidad. En esta receta vamos a picarlo completamente, así que cualquier corte o presentación te valdrá. Como puedes ver en la foto de más abajo yo he usado un bacalao que venía en tiras.
Si te apetece hacer unas albóndigas de pescado como estás pero no eres muy de bacalao, tienes alternativa: echa un vistazo a mi receta de albóndigas de merluza en salsa verde. Su sabor es más suave que las de bacalao y quedan también muy ricas.
¿Tienes ya preparados los ingredientes? Perfecto. Entonces paso a contarte cómo hacer albóndigas de bacalao caseras. Ya verás con qué buena pinta quedan.
Ingredientes para preparar albóndigas de bacalao en salsa. Cantidades para 4 raciones
- — PARA LAS ALBÓNDIGAS —
- 500 g de bacalao desalado y limpio (sin piel ni espinas)
- 1 huevo
- 40 g de pan rallado (3 cucharadas)
- 1 chorro de leche
- 1 diente de ajo
- perejil fresco
- pimienta blanca
- harina de trigo para rebozar
- aceite para freír
- — PARA LA SALSA —
- 500 ml de caldo de pescado (mejor si es casero)
- 170 ml de vino blanco
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 100 g de guisantes
- perejil fresco
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Cómo hacer albóndigas de bacalao en salsa
Prepara las albóndigas
- En primer lugar, asegúrate de que el bacalao que vas a usar no tiene ninguna espina, que luego no queremos disgustos.
- Después, pica el bacalao muy finamente con un cuchillo bien afilado. Se tarda algo más que si usamos una máquina pero a mí me gusta que se noten algunos trocitos de bacalao en las albóndigas. No obstante, si vas con prisa puedes triturarlo con una picadora o el robot de cocina que tengas en casa.
- Coloca el bacalao picado en un bol y añade el diente de ajo machacado, el huevo, el pan rallado, un chorrito de leche, el perejil picado y la pimienta. Mezcla todo bien hasta obtener una masa homogénea a la que puedas dar forma con las manos. Si la notas muy seca puedes añadir otro poco más de leche.
- Ahora ve tomando pequeñas porciones de masa y forma las albóndigas. Intenta que todas sean más o menos del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.
- Reboza las albóndigas con la harina y fríelas en abundante aceite caliente. Cuando estén doradas sácalas del aceite y déjalas sobre un poco de papel de cocina para que suelten el exceso de grasa. Resérvalas.
Prepara la salsa
- Para hacer la salsa pica la cebolla en trocitos muy pequeños o, lo que es lo mismo, en brunoise. Haz lo mismo con el diente de ajo.
- Vierte un chorrito de aceite de oliva en una sartén y pocha ambos ingredientes a fuego suave hasta que la cebolla esté bien blandita. Echa un pelín de sal para ayudar a que la cebolla suelte su agua.
- A continuación incorpora la harina y tuéstala un par de minutos para eliminar el sabor a crudo.
- Añade el vino blanco y deja que el alcohol se evapore.
- Agrega el caldo de pescado y los guisantes. Deja que todo se cocine hasta que la salsa haya reducido y los guisantes estén tiernos. Si te gustan las salsas espesas, déjala que reduzca bastante.
- Cuando la salsa tenga una consistencia a tu gusto, incorpora las albóndigas y el perejil picado. Tapa y deja que todo se cocine unos 4 o 5 minutos, lo justo para que las albóndigas se terminen de hacer por dentro y se liguen todos los sabores.
- Finalmente, corrige el punto de sal y sirve recién hechas tus albóndigas de bacalao tradicionales.
Consejos para hacer albóndigas de bacalao
- Verás que a las albóndigas de bacalao no les he añadido nada de sal y es que el bacalao, aunque esté desalado, suele ser muy sabroso. No obstante, si el bacalao que estás usando no tiene ese punto de sazón le puedes añadir un pelín de sal.
- Salvo algunas excepciones, para freír yo uso aceite de oliva, pues aguanta muy bien las altas temperaturas. No obstante, si tú prefieres usar aceite de girasol, hazlo.
- Como ocurre con todos los guisos, este plato está más bueno si ha reposado unas horas.
- No te recomiendo congelar el plato una vez preparado, pero sí puedes congelar las albóndigas una vez formadas y rebozadas con la harina.
- Si quieres hacer el plato aún más sabroso y completo puedes añadir a la salsa otros ingredientes como unas puntas de espárragos o un poco de huevo cocido.