
Las patatas con costillas es uno de los guisos más tradicionales, ricos y económicos que hay. El secreto reside en la sencillez de sus ingredientes. Unas costillas de cerdo, unas patatas de calidad y un buen pellizco de pimentón de la Vera bastan para conseguir un plato tan sabroso como fácil de preparar. Si nunca has probado a hacerlo, te animo a ello; te va a salir bien seguro.
Para hacer este guiso de patatas con costillas, o costillas con patatas, según ajustes la proporción de ingredientes, puedes elegir costillas de cerdo adobadas o sin adobar. Si vas a usarlas naturales, acuérdate de no añadir muchas especias a la receta, pues el sabor quedaría demasiado potente.
Además, cuando vayas a comprar las costillas, pídele al carnicero que te las deje partidas por la mitad, preferiblemente con la sierra para que no se astillen. De esta manera el plato será mucho más agradable de comer y no tendrás que pelearte a mordiscos con cada costilla entera.
Y yendo al grano, ¿quieres saber cómo hacer patatas con costillas? Pues ahora mismo te lo voy a contar. ¡Vamos!
Ingredientes para hacer patatas con costillas. Cantidades para 4 personas
- 1 kg de costillas de cerdo (las mías eran sin adobar)
- 1 kg de patatas (5 o 6 patatas)
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento verde italiano
- 1/2 pimiento rojo
- 1 tomate grande maduro
- 2 cucharadas rasas de pimentón de la Vera
- 1 cucharada rasa de orégano seco
- 1 vaso de vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- 1,25 litros de agua aproximadamente

Cómo hacer patatas con costillas
- Vierte un poco de aceite de oliva en una olla o cazuela amplia. Cuando esté caliente, dora las costillas a fuego fuerte hasta que tomen color. Dales la vuelta con ayuda de unas pinzas para que se marquen por todas partes. Resérvalas.
- Corta las hortalizas en brunoise, es decir, en cubitos pequeños. No te olvides de pelar el tomate antes de trocearlo. Para retirarle la piel puedes escaldarlo o bien usar un pelador especial.
- En el mismo aceite donde has dorado las costillas, echa la cebolla junto con un pelín de sal. Cocínala durante 1o minutos, más o menos, a fuego medio y sin dejar que se tueste. Si ves que te hace falta un poco más de aceite de oliva puedes añadirlo.
- Cuando la cebolla comience a estar blandita, añade los pimientos troceados y deja que todo se cocine a fuego bajito durante 10 minutos más.
- Seguidamente, incorpora el tomate y sofríelo también durante otros 5 o 10 minutitos más o menos. La idea es hacer un sofrito bien pochado y que aporte mucho sabor al guiso.
- Mientras se hacen las hortalizas puedes lavar, pelar y cortar las patatas en trozos. Recuerda que para hacer este tipo de guisos tradicionales debes chascar las patatas. Es decir, para cortar cada trozo, mete el cuchillo un poco y, a medio recorrido del corte, gíralo hacia ti ligeramente, de manera que se rompa el resto de patata. Con este sencillo gesto consigues que la patata suelte más almidón, gracias al cual el caldo del guiso quedará más espeso.
- Cuando el sofrito esté listo, añade las 2 cucharadas de pimentón de la Vera y cocínalo 1 minuto, sin dejar que se queme. Añade el orégano y las patatas. Dales unas vueltecitas para que cojan el sabor del sofrito.
- Ahora sube un poco el fuego y vierte el vaso de vino blanco. Deja que se evapore el alcohol.
- Seguidamente, añade las costillas marcadas y las patatas. Cubre los ingredientes con agua, tapa el recipiente y deja que todo se guise durante unos 25 o 30 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Para que el caldo no te quede demasiado líquido, incorpora inicialmente 1 litro de agua más o menos. Si durante la cocción ves que hace falta más, añádela.
- Finalmente, prueba el punto de sal y sirve el las patatas guisadas con costillas bien calentitas.







Consejos para hacer costillas con patatas
- Si tienes prisa puedes utilizar una olla rápida, aunque a mí me gusta más el método tradicional. En ese caso el tiempo de cocción sería unos 10 minutos aproximadamente.
- El truco para que la patata quede en su punto es algo tan sencillo como probarlas. Por eso yo prefiero hacer estas patatas guisas con costillas sin olla a presión, porque así voy controlando tanto el punto de la patata como el espesor del caldo. El tiempo de cocción que te indico es aproximado, pues en función de la variedad de patata o del tamaño de los trozos tardarán más o menos tiempo en estar listas.
- ¿El guiso está listo y te quedado un caldo demasiado ligero para tu gusto? Tiene solución: machaca algunos trozos de patata y mézclalos con el caldo. Así se espesará un poco.
- Como te comentaba más arriba, para que el guiso sea agradable de comer procura que las costillas no sean demasiado grandes. Lo ideal es que te las partan en la carnicería teniendo cuidado de que el hueso no se astille.
- Este plato combina fenomenal con la intensidad de sabor del pimentón, por eso yo le pongo una cantidad generosa, pero puedes incorporar la mezcla de especias que más te guste. El tomillo, el laurel y el clavo, por ejemplo, le van estupendamente a este guiso.
- Compra unas buenas patatas, mejor si son especiales para cocer. En general, la patata nueva tiene menos almidón que las más tardías, por lo que sería mejor optar por estas últimas.
- Como ya sabrás, los guisos ganan en sabor de un día para otro. No te cortes en preparar esta receta de víspera porque al día siguiente estará todavía más rica. Eso sí, la cantidad que preparares deberás consumirla en 2 o 3 días, ya que la patata no queda bien si la congelamos.

Una receta muy acertada, yo soy muy de plato de cuchara y a mi familia le encantan tus recetas.
¡Muchas gracias! 🙂
Me encantan este tipo de platos de cuchara tradicionales. Quedan muy ricos
Es que los platos tradicionales hay que mantenerlos siempre.
Puedo ponerle caldo de carne para darle mas sabor?
Sí, claro, aunque no es imprescindible porque el pimentón da bastante sabor.